El estado de Yucatán atesora algunos de los cenotes más bellos de estas tierras mayas. Cerca del poblado de Mukuyche, lindando con la llamada Ruta Puuc, encontramos tres cenotes cercanos entre sí que podemos conocer en un mismo día.
Para llegar a estos cenotes, toma la carretera de Mérida dirección Muna, la 261. Deberás tomar el desvío a Abalá. De aquí debes dirigirte hacia Mukuyché. Si nos vas en excursión organizada te recomiendo ir en transporte particular por encontrarse algunos cenotes alejados de la carretera, ya sea bici, coche…
Cenote Kankirische: seguramente es el más engorroso de encontrar, pero vale la pena llegar hasta aquí. Sobre la carretera que recorre el poblado de Abalá a Mukuyché, justo donde se encuentran los grandes postes eléctricos, hay un camino de tierra a mano izquierda que te conduce hasta este magnífico cenote (atento a una marca de pañuelo en el camino). Si llegas a la entrada de Mukuyché y no lo encontraste, regresa sobre la misma carretera y fíjate en el cable de tensión eléctrica, es ahí. Algún día de estos lo acabarán señalizando, pero aquí también reside la magia de este cenote más aislado.
En mitad de la selva, para nadar en este cenote semiabierto de Kankirische (fruta amarilla del árbol en maya yucateco), deberás descender por una escalera unos 15 metros hasta una cavidad generosa en amplitud. Disfrutarás enredada entre estalactitas, estalagmitas y raíces sedientas mientras nadas en estas revitalizantes aguas cristalinas.
Consejos para Kankirische: la mejor hora para visitarlo y ver el juego de luces, es con el sol en su cenit, variará en las épocas del año entre las 12 y las 14 horas aprox. No tengo claro si cobran o no, según se encuentre el guardés o no.
Cenote buceable de 53 metros profundidad.
Cenote Yaaluzdzil: en el mismo poblado de Mukuyché, antes de una curva, deberás girar a tu izquierda, donde los dueños de la casa te dan la bienvenida y te permiten estacionar, si quieres, en su terreno, a cambio de unos pesos de agradecimiento. La estrecha carretera desemboca en el cenote Yaaluzdzil, un precioso cenote abierto donde bajan enredándose las raíces de los árboles. Hay una plataforma para lanzarte a este pozo de 19 metros de profundidad.
De esta refrescante agua cristalina te separan unos 5 metros. Un verdadero placer relajarte un rato aquí. Los dueños de la casa junto al cenote seguro que aprovechan para ofrecerte algo para tomar.
Consejos para Yaaluzdzil: la mejor hora para visitarlo en el cenit del sol, al caer los rayos sobre el agua del cenote. En la casa te ofrecen servicios básicos. No se paga, lo que quieras aportar a los dueños de la casa por sus servicios. Estás cosas van variando.
Cenote Chihuo Hol: este cenote, mucho más modesto visualmente, suelen ir muchos lugareños al ser de aguas poco profundas. La mayoría de personas locales no saben nadar, además del temor-respeto cultural del maya hacia los cenotes, por la importancia que tienen en su cosmología. Así que en este tipo de cenotes poco profundos se encuentran muy cómodos y suelen acercarse los domingos a pasar el día.
Saliendo de MuKuyché, dirección Xcanchacán, a tu mano izquierda verás un cartel colgado en un árbol indicando este cenote. Deberás recorrer un camino de tierra un kilómetro y medio aproximadamente. Una techo de cueva medio caído, seguramente la entrada sea lo más lindo del lugar, recoge en su sombra este cenote. Ojalá el lugar estuviera más limpio y no se acumulara basura por allí.
Buen camino viajero!
FICHA PRÁCTICA:
- Para evitar contaminar la delicada agua de los cenotes, no uses cremas corporales, ni protectores antes de entrar en ellos.
- Procura dar ejemplo llevándote la basura que generas y depositándola en papeleras.
- Estos cenotes, hasta el momento, no tienen servicios básicos.
Sandra Salvadó
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