Myanmar es de los países que atrapa al viajero. La dictadura lo ha mantenido alejado de la influencia extranjera. Un cierto encanto de inocencia de sus gentes, el atractivo y colorista budismo, sus templos, paisajes, historia, costumbres y simpatía… esto convierte a Myanmar en uno de los países asiáticos más atractivos. Un disfrute, para caminar con toda la calma!
Shwedagon Paya (estupa o pagoda en birmano) tiene una cúpula de 98 metros revestidos de láminas de oro, coronado por un diamante de 76 quilates.
Las mujeres lavan la ropa y se asean en el río, donde beben también los bueyes.
Puedes viajar por el país en los estrechos buses birmanos.
La Unesco intenta nombrar Patrimonio de la Humanidad los Templos de Bagan ante la oposición de la La junta militar (SPDC) , que dista de estar preservando correctamente el lugar.
Muchos monjes budistas aprovechan para practicar inglés con el turista. El contacto con los birmanos es constante.
Shwedagon Paya también es un lugar para el reposo, el descanso y el pensar.
La gran mayoría de familias de bajo nivel económico tienen hijos en monasterios budistas.
Los birmanos tienen prohibido hablar con el extranjero de temas políticos.
Los 2000 templos de Bagan, unos de los lugares budistas más impresionantes del Planeta.
El 70% de la población es campesina en Myanmar.
¡Mingalabar Myanmar!
Los vendedores ambulantes son constantes en todas partes del país.
En Myanmar hay un profundo amor hacia el arte de las marionetas.
Algunos trayectos en bus son gratis para los monjes budistas
Buen camino viajero!
Por Sandra Salvadó
